Villaldama, Nuevo León/ México pedronabor2@hotmail.com

HOMENAJE A MANUEL ALÍ JEZZINI VILLARREAL

HOMENAJE A MANUEL ALÍ JEZZINI VILLARREAL

A mi hermano y amigo de la infancia
Por Pedro Nabor González Cárdenas

2 de mayo del 2003. Hermano Manuel, mientras nos preparamos en la sala de tu casa para recibir la comunión, llegó el padre Guillermo con una mano en el pecho, guardando algo con mucho celo, al poco rato me di cuenta que lo que guardaba eran las “hostias”, para darnos la eucaristía, que es el sacramento que según nuestra doctrina católica, contiene real y sustancialmente la presencia de Jesús el Hijo de Dios.
En esos momentos se volcaron en mi los recuerdos de hace más de cincuenta años, cuando una mañana, antes del alba, fuimos a la iglesia de nuestro pueblo Villaldama, a recibir por primera vez la comunión, el padre oficiante era Nabor Villegas y al mismo tiempo fue tu padrino, mi padrino fue mi tío Oscar Gutiérrez Gutiérrez, que en gloria esté.
Este espacio tan grande -de más de cincuenta años- desde la primera comunión hasta este día, lo llenamos con nuestras acciones: buenas, malas, regulares, de hombres que vivieron su tiempo.
Cuando uno es niño, como dice nuestro amigo Ismael, no hay segundas intenciones, pero luego sale uno a la vida de los intereses, de ambiciones y pasiones, y es allí cuando el hombre comienza su lucha y a poner a prueba sus principios.
Padre Nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo…
El camino que tu elegiste fue el del servicio público expresado en la política y ocupaste algunos puestos, como Presidente municipal de Villaldama, regidor en Monterrey y muchos más.
Ahora, viejos los dos, nos volvemos a encontrar y todo es como al principio, “una amistad sin segundas intenciones”.
… Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.