VILLALDAMA
VILLALDAMA
Guillermo Flores García
Contemplar un amanecer y un atardecer
en mi pueblo, es divina inspiración
su templo, su cúpula y su gente ver
invitan siempre a una sincera oración.
Sus calles y banquetas antes empolvadas
son testigos fieles de un diario transitar
cuántas, cuántas veces recordadas
permanecen impávidas como queriendo hablar.
Sus plazas y su kiosco, sus casas y sus tapias
a cada instante evocan el tiempo que al pasar
dejando van las huellas de estilos y prosapias.
De aquellos que al inicio dejaron al sembrar
caminos de verdad, de amor y de justicia terapias
que aseguran un nuevo mundo por llegar.